Un Techo para Chile nace en 1997, cuando el sacerdote jesuita Felipe Berríos S.J. junto a un grupo de jóvenes inquietos por la pobreza que existía en Chile, deciden convocar a personas de distintas carreras y universidades para realizar unas construcciones en Curanilahue, al sur de nuestro país.
De eso han pasado más de 18 años y miles de personas comprometidos con la erradicación de campamentos en Chile.
Se han construido 54 proyectos de infraestructura comunitaria, 18.000 familias han pasado por el proceso de habilitación social, 3.300 voluntarios inscritos y presencia en 19 países.
Pero aún hay más de 30.000 familias viviendo en uno de los 696 campamentos de Chile. Para superar esto, necesitamos la ayuda de todos.